El informe de la UNESCO elabora una guía para que los docentes puedan acabar con las expresiones de violencia en los centros educativos. A partir de una amplia gama de expertos, educadores e instituciones, se presenta una importante herramienta de prevención y eliminación de agresiones en las escuelas.
Poner fin a la violencia en la escuela: ese es el objetivo que se ha propuesta la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su informe, redactado a modo de guía para el cuerpo docente y publicado oportunamente en el vigésimo aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño.
En esta guía, la organización ha concentrado las aportaciones de expertos, educadores e instituciones competentes para contribuir a un fin común, que es un futuro donde toda expresión de acoso quede erradicada de las escuelas.
Es innegable que los docentes tienen una importante labor de educación para los alumnos. Esta no solo debe involucrar la transmisión de conocimientos, sino –como bien apunta el informe– también una formación emocional esencial para un correcto desarrollo personal y social del alumno. Los maestros son figuras que pueden propiciar un cambio en los estudiantes, a partir de la inculcación de modelos de comportamiento positivos, construidos desde la empatía y la resolución pacífica de conflictos. Solo de esta manera, se puede iniciar un cambio para prevenir la violencia.
Este tipo de actitudes violentas pueden tener graves consecuencias en el futuro de las víctimas a lo largo de sus vidas e, irremediablemente, también en la sociedad de forma colateral. Es por eso, que la UNESCO busca proporcionar una especie de itinerario que ayude a la consecución de un espacio de convivencia en el que los educadores desempeñan un papel fundamental, pero donde la ayuda y la colaboración de todos los miembros de la comunidad educativa –también las familias– es crucial.
En el presente informe, se plantean las diversas formas de violencia que pueden darse en los centros escolares y las divide en cuatro grupos generales.
Tras esta presentación de las distintas formas de violencia que pueden existir, se inicia la parte más instructiva del informe donde se establecen diez esferas de acción para ponerle fin:
Juntamente a estas líneas de actuación, se acompañan de una serie de actividades escolares que los docentes pueden introducir de forma complementaria entre sus alumnos. Todo esto con el fin de ayudarles a generar relaciones positivas y armoniosas entre ellos y hacia sus profesores.