Estrenamos nuestra presencia en Asia: sinergia entre entidades que trabajan para superar la trata sexual

El pasado mes de mayo, PDA estrenamos nuestra presencia en un nuevo continente, desplegando una propuesta formativa en Nepal (Asia) a través de una colaboración con Ama Nepal, entidad adherida. Ama es una asociación registrada en España que lleva años trabajando sobre terreno en el país del Himalaya, en sinergia con diversas organizaciones locales.

El pasado mes de mayo, PDA estrenamos nuestra presencia en un nuevo continente, desplegando una propuesta formativa en Nepal (Asia) a través de una colaboración con Ama Nepal, entidad adherida. Ama es una asociación registrada en España que lleva años trabajando sobre terreno en el país del Himalaya, en sinergia con diversas organizaciones locales.

Dentro de sus proyectos "Semilla" contemplan las experiencias formativas que dan herramientas a los equipos de trabajo, fortaleciendo sus capacidades de respuesta ante los retos que se encuentran en la gestión de sus proyectos. En este caso, Ama y PDA organizaron una propuesta de intercambio de saberes con Asha Nepal, una entidad local que lleva 20 años trabajando en la prevención y actuación en casos de violencia de género, específicamente en el campo de la trata sexual.

Entrevistamos a Mónica, coordinadora de protocolo de PDA y técnico de proyectos PDA, para conocer mejor cómo fue esta experiencia de trabajo en red, donde SEER Salut i Educació Emocional (entidad adherida) también estuvo presente a través de su figura y la presentación del modelo ADS.

Mónica, cuéntanos un poco más del proyecto de Asha Nepal.

Las mujeres del equipo de Asha Nepal llevan 20 años dedicadas a trabajar con niñas rescatadas de trata sexual. Estas niñas, que a veces tienen edades tan tempranas como los 8 años, fueron traficadas principalmente a la India. También trabajan con otros perfiles, como niñas y jóvenes que han sido violadas o forzadas a hacer trabajos sexuales en distritos urbanos de Nepal. Es difícil conseguir cifras oficiales en Nepal, pero hay estudios que estiman que entre 7.000 y 15.000 niñas son traficadas cada año, y aproximadamente un millón y medio están en riesgo de serlo. Ama Nepal colaboramos con ellas en varios niveles de actuación desde 2016.

¿Cómo surge la oportunidad de realizar esta propuesta formativa sobre el modelo PDA?

Unas pocas semanas antes de venir, el equipo de Asha ya comunicó a Ama que el proyecto estaba a punto de realizar un gran giro. El recorte brutal de financiación a la cooperación internacional de Trump ha sido un detonante claro ya que han visto como la amenaza a quedarse sin financiación internacional puede hacerse más real si las políticas de extrema derecha se consolidan también a Europa o Australia, de donde reciben la mayoría de sus apoyos. Por ello, buscando la sostenibilidad y a la par, la coherencia con sus valores, han decidido traducir su compromiso hacia estas niñas en una nueva propuesta. Durante los próximos meses, irán reintegrando a las niñas y jóvenes en su comunidad. Dentro de un año, todas las casas de acogida estarán cerradas. El proyecto no cierra: se transforma. Siguen fieles a su objetivo inicial: reintegrar a las niñas y jóvenes en su comunidad, y mutan su intervención para que ésta pase de ser en un ambiente residencial e institucionalizado a uno a pie de comunidad, con seguimientos cercanos a nivel familiar.

Este cambio supone un reto grande, y también una oportunidad inmensa para entrenar habilidades para la resiliencia y fortalecer el tejido comunitario, por eso estructurar su nuevo proyecto desde el modelo de fases les aportará orden, estructura y confianza. Ahora trabajarán directamente con las familias, poniendo el foco en las formaciones para la parentalidad positiva, y el acompañamiento a nivel terapéutico, educativo y laboral.

¿Cómo fue la experiencia de formativa y de intercambio de saberes con un equipo con una realidad tan diferente a la nuestra?

Hicimos dos sesiones. Durante la primera parte, me dediqué a poner en valor nuestra colaboración y a explicar mi motivación detrás de compartir los modelos PDA y ADS. Para mí era importante aclarar que estas herramientas solo eran propuestas y que era importante que las acogiesen como un diseño gestionado en occidente, que parte de un lugar con mayores privilegios a nivel de garantía de derechos humanos. Eso aquí no pasa: sin un estado que garantice un mínimo de bienestar, una opresión sistémica que ha instaurado la injusticia social como norma y ha cronificado las vulneraciones a los derechos básicos, hacer adaptaciones de los modelos es esencial. En Nepal, un protocolo como el de PDA pasa por tener plena consciencia que en Europa las instituciones suelen responder (mejor o peor, pero están y hay canales para comunicarse), las organizaciones del tercer sector están activas y suelen tener buenos apoyos y redes y que en general, el estado de bienestar provee una serie de recursos mínimos que están cubiertos. Sin embargo, aquí en Nepal el nivel de autogestión que existe tiene mucho potencial si se estructura y puede llegar a beneficiarse de este modelo, haciéndolo suyo y adaptándolo a su realidad concreta. Por otro lado, también es necesario contextualizar el modelo ADS para tener en cuenta la violencia sistémica y el trauma colectivo e intergeneracional que muchas veces hace de obstáculo severo para trabajar el autoconocimiento y la elección del bienestar desde un lugar de seguridad. Además, en un país donde la espiritualidad y la religión ocupan gran parte del sistema de creencias y comprensión del mundo emocional, es vital andar de puntillas para ofrecer esta información desde el lugar más culturalmente sensible posible.

Sentí que agradecieron profundamente esta introducción, que se sintieron validadas, vistas y pudieron ocupar desde aquí, una posición de mayor igualdad.

También dedicamos una parte a un trabajo más sentido, donde tuvieron espacio para compartir en pequeños grupos cuáles eran los retos y oportunidades que veían en esta nueva fase del proyecto (mirada hacia afuera); cuales eran sus miedos y motivaciones (mirada interna) y cuál su contribución (habilidades). Solo este espacio de expresión, escucha y trabajo simbólico - todo en nepalí, por supuesto - ya significó mucho para ellas. Poder poner en palabras su compromiso por el futuro del proyecto desde un lugar de plena transparencia y autenticidad fue un ejercicio que les dejó sintiéndose con más confianza, visión de futuro y con mayor sensación de vínculo con sus compañeras.

Presentamos el modelo de fases de PDA a través de la pedagogía de mapas, donde ellas mismas iban colocando los conceptos en el suelo y buscando un orden. Luego trabajaron en grupos para identificar qué acciones ya realizan en su proyecto en cada una de las fases (prevención, detección y actuación). Como de costumbre con este modelo, las personas se asombran con la estructura que aporta, y la invitación que ofrece a seguir trayendo propuestas desde un lugar más autónomo, ordenado, coherente y global. Asha ha hecho un gran trabajo de actuación estos años y ahora detectan la necesidad de elaborar mayores programas preventivos a nivel comunitario. También desean desarrollar herramientas de detección más precisas para el nuevo contexto y consensuar su metodología para el diagnóstico de las situaciones de alerta que se den, junto con un lenguaje unificado para la identificación de violencias.

Terminamos con profundizando en diversas herramientas del modelo de acompañamiento del modelo ADS (SEER), como triángulo de personalidad, que permite tener una visión integral de la persona y potenciar la mirada interna: es difícil cambiar comportamientos si no se revisan las creencias y se miran las emociones que subyacen. El camino que se abre es uno que permite coger responsabilidad en el cambio necesario y poner en práctica las habilidades necesarias para acercarse colectivamente al bienestar.

¿Esta experiencia termina aquí o proyectáis siguientes pasos?

Las ruedas de cierre de ambas sesiones estuvieron llenas de expresiones como "inspirada", "nueva manera de mirar", "agradecidas", "era lo que necesitábamos", "ahora veo mejor todo lo que sí hacemos", "esto me da ganas de seguir aprendiendo". Yo también sentí todas esas cosas, y las dije: porque estas experiencias tan significativas, no dejan de ser un intercambio. Aprendí muchísimo.

También identificamos la necesidad y la voluntad de seguir colaborando en esta línea y han decidido que quieren actualizar su política interna de protección desde el modelo de fases. Eso quiere decir que durante los próximos meses y en esta sinergia PDA, AMA y ASHA se irán concretando nuevas vías de trabajo conjunto. Me siento inmensamente agradecida por esta oportunidad de hacer de puente entre diferentes saberes y poder ser portavoz de un modelo como el de PDA que se presenta como inmediatamente útil y esperanzador para superar poco a poco los retos que se presentan.