En el marco de la colección "El duende verde" de la Editorial Anaya, encontramos varias referencias de libros infantiles y juveniles para trabajar aspectos relativos al acoso escolar: "Un esqueleto inquieto", "La chica que coleccionaba sellos y el chico que esperaba el tren", "No quiero un dragón en mi clase" y "Si yo fuera un pingüino". Disponen de su guía de lectura como material complementario.
"Un esqueleto inquieto", se trata de un libro infantil y juvenil escrito por Sergio Klein e ilustrado por Bea Tormo, publicado en 2014, con 160 páginas llenas de aventuras dirigidas a niños y niñas a partir de 10 años.
Es un relato que habla de la amistad, la rivalidad, la imaginación y la capacidad de transformar el miedo en algo positivo. Utiliza el humor y la magia para abordar temas profundos de manera accesible para los niños/as, ofreciéndoles no solo entretenimiento, sino también una oportunidad para reflexionar.
Sinopsis: Esta historia no comienza con "Érase una vez", aunque podría ser así. Érase una vez Biel y su panda, que recibían avioncitos de papel con mensajes amenazantes y se morían de miedo de que les pegaran después de clase. ¿Quién? Pues la panda rival en la que además del jefe, conocido con el nombre del Bola, y su temible barriga, había dos gemelos amaestrados, con personalidad y apellido de pit bull. En medio de la pelea aparece un esqueleto que desaparece para convertirse en actor de teatro. También hay un abuelo comerciante y mago, un profesor que convierte la clase en un espectáculo y una bicicleta algo tímida a la que le encanta filosofar.
"La chica que coleccionaba sellos y el chico que esperaba un tren", se trata de un libro infantil y juvenil escrito por Daniel Hernández Chambers e ilustrado por Xavier Bonet, publicado el 2019, con 88 páginas. Obtuvo el premio al XXXVII Concurso de Narrativa Infantil Vila de Ibi, 2018.
Sinopsis: Isabel acude a menudo a la estación de tren con su padre, el cartero del pueblo, para recoger la saca del correo. Un día ve allí a Guillermo, un compañero de clase, que parece estar esperando un tren que no llega nunca. La curiosidad hará que ambos compartan sus secretos y que comiencen una amistad que los marcará de por vida.
"No quiero un dragón en mi clase", se trata de un libro infantil (a partir de 7 años) escrito e ilustrado por Violeta Monreal, publicado el 2008, con 96 páginas. Especialmente útil para trabajar el rol de agresor con los más pequeños.
Es un relato que, con gran sensibilidad y humor, enseña a los niños a aceptar a los demás tal y como son, valorando las diferencias y colaborando para superar las dificultades. La historia de Jorge y Nabú-Zu nos recuerda que la amistad y la cooperación pueden surgir de las circunstancias más inesperadas, y que todos, sin importar lo diferentes que parezcamos, tenemos algo valioso que aportar.
Sinopsis: A Jorge le gusta ser el malo de la clase. Pero un día llega un nuevo compañero, un dragón que, con su fuego, calentará la comida y freirá los huevos cuando haya avería eléctrica.
La trama sigue a Jorge, un niño que se siente relegado en su hogar debido a la atención que recibe su hermano pequeño, lo que lo lleva a comportarse como "el malo" de la clase. Su situación cambia cuando llega un nuevo compañero muy especial: un dragón llamado Nabú-Zu. Este peculiar personaje termina por ganarse el cariño de Jorge y de todos a su alrededor.
Nabú-Zu, que además de ser simpático puede calentar la comida con su aliento de fuego, no es solo un personaje fantástico, sino que se convierte en un símbolo de integración, demostrando cómo las diferencias pueden enriquecer la vida de todos.
De esta forma, el libro aborda importantes valores sociales de una forma amena y entretenida, destacando especialmente la cooperación, puesto que todos colaboran para adaptar el entorno a las necesidades del dragón, mostrando una actitud de solidaridad, la diversidad, ya que Nabú-Zu, al ser diferente, necesita ciertos ajustes, pero también aporta soluciones gracias a sus características especiales y la atención emocional, dado que Jorge, que actúa de manera conflictiva por sentirse menos valorado en casa, encuentra en su amistad con Nabú-Zu una forma de canalizar sus emociones.
La autora, de forma adicional a la obra, propone actividades antes y después de la lectura, lo que convierte a este libro en una excelente herramienta pedagógica para trabajar en el aula temas como la diversidad y el respeto.
"Si yo fuera un pingüino", se trata de un libro infantil y juvenil (a partir de 10 años), escrito por Mónica Rodríguez e ilustrado por Roser Matas, publicado en 2019, con 88 páginas.
Sinopsis: Historia sobre la recuperación de la autoestima de un niño tras superar el divorcio de sus padres y el acoso al que le sometían sus compañeros de clase.
La madre de Daniel se pasa el día tejiendo jerséis para que los pingüinos de Australia y Nueva Zelanda no pasen frío. Daniel a veces se siente tan indefenso como esas aves en medio del lío que es su casa, con su hermana siempre al móvil y su abuelo gruñendo por todo, y la tristeza de su padre desde el divorcio. Cree que su vida mejorará desde que es amigo de Telmo y Marcelo, pero lo cierto es que no lo tratan demasiado bien. Al menos tiene a Ada y sus perros para olvidarse un rato de sus problemas.