El Programa TEI y la Fundación TTM juntos en la campaña “Por10 razones”

El Programa TEI sigue con su segundo episodio de la campaña “Por 10 razones”, a través de la cual buscan concienciar sobre el estado de determinados colectivos que, por su situación, tienen más probabilidades de sufrir acoso. Todo ello, a través de la ayuda de especialistas, educadores o personas que forman parte de este colectivo. En este caso, colaboran con la Fundación española de la tartamudez (TTM).

"Por diez razones" es una campaña creada por el Programa Tutoría Entre Iguales (TEI), un programa de prevención del acoso escolar basado en una tutorización emocional, en el respeto entre iguales y en la capacidad de ayudarse mutuamente. Con esta intención han iniciado la mencionada campaña donde, cada mes emiten en directo por su canal de Youtube un capítulo donde buscan profundizar sobre la situación de un colectivo vulnerable frente al acoso escolar. Para el último, emitido el pasado jueves 27 de noviembre, decidieron colaborar con la Fundación española de la tartamudez (TTM) con el fin de intentar exponer la necesidad de normalizar esta condición en las escuelas y así actuar para prevenir casos de bullying.

En este nuevo episodio, Javier Pérez Aznar, miembro del grupo TEI, contó con la colaboración de Yolanda Sala, vicepresidenta de la Fundación TTM; Manoli Torres, logopeda; German, estudiante con tartamudez; y Carlos Gutiérrez Híta, profesor en la Universidad Miguel Hernández y padre de un hijo tartamudo.

Según se apuntó, en España hay entre un 1% y un 2% de la población en edad adulta con este trastorno. Y el porcentaje aumenta a un 5% en el caso de la población infantil. De estos últimos, las estadísticas indican que más de un 80% de los niños con tartamudez sufren o han sufrido algún tipo de acoso escolar durante su etapa educativa. Pero en estos casos, debido a su situación, las víctimas que sufren tartamudez tienen más complicado defenderse y rebatir con palabras a un acoso verbal o cualquier otro tipo. Todo ello, lleva a que programas o fundaciones como TEI o TTM busquen concienciar sobre este tema para evitar situaciones indeseables.

En la sesión, se reforzó la idea de educar a todos –alumnos, docentes y padres- para hacer entender que la tartamudez es un trastorno neurobiológico y no psicológico; aunque los casos de acoso pueden ocasionar un impacto psicológico-emocional en los alumnos con tartamudez. De esta manera, la educación se muestra esencial para erradicar cualquier tipo de desinformación sobre ella y, más importante aún, acabar con los mitos de que gente con este trastorno es “tonta” o “peor”. Por ello, TTM dispone de guías, tanto para los padres como para los docentes, con tal de facilitar una mayor comprensión sobre este colectivo de personas y su difluencia verbal.

Asimismo, todos coincidieron en que se requiere hacer entender a la sociedad que la tartamudez no es un problema, sino una dificultad soluble que forma parte de algunas personas y eso no les impide desarrollarse en cualquier forma o expresión de ellas mismas. Sencillamente, cada uno necesita un tiempo distinto para hablar y expresarse, pero eso no les incapacita para disfrutar de la vida social, cultural o escolar como cualquier otro.

Al mismo tiempo, la fase de detección es igual de importante para evitar casos de bullying, pero también para atender a los niños y las niñas que tengan este trastorno a tiempo y cubrir sus necesidades. Consecuentemente, la acción temprana puede evitar esos efectos emocionales o psicológicos y los docentes tienen un papel significativo en el aula para ayudar a los niños y frenar cualquier forma de acoso temprana, como las risas.

A pesar de que el panorama es más alentador que hace unos años, algunos de los presentes compartieron el sentimiento de que aún falta mucho por hacer y, más aún, en las escuelas, espacios donde la comunicación en el habla es exigente para los estudiantes. No obstante, para finalizar, cada uno de los hablantes cerró con una ronda de propuestas –dos por cabeza- para tener en cuenta frente a situaciones de acoso o para atender correctamente a los infantes tartamudos. Entre ellas, se habló de aceptar la diferencia y aceptarse a uno mismo, nunca hacerse pequeño e intentar ser ejemplar, pensar en la propia calidad de vida y mantener una confianza y un afán de superación sin temor.

 

  

Programa TEI      

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