Talleres de Impro Bullying en la Escuela Thau de Sant Cugat

El taller continuo de Impro Bullying acerca a la Escuela Thau de Sant Cugat una propuesta dinámica y vivencial que invita al alumnado de 3º de ESO a reflexionar sobre qué es el acoso entre iguales y cuál es el papel que quieren asumir frente a la violencia entre compañeros y compañeras.

El alumnado de 3º de ESO de la Escuela Thau de Sant Cugat ha participado este diciembre de 2024 en una serie de tres talleres de Impro Bullying, la propuesta de Rai Borrell que lleva la improvisación a los centros educativos como herramienta de concienciación y prevención del acoso escolar.

La colaboración entre Rai Borrell y la Plataforma PDA Bullying, con el apoyo del Departamento de Derechos Sociales e Inclusión de la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona, ha hecho posible la realización de estos talleres en la Escuela Thau.

Impro Bullying es un taller teatral activo y participativo. No se trata de una charla ni de un coloquio, sino de una experiencia vivencial dirigida al alumnado de primaria, secundaria y bachillerato. A través de la interpretación y la improvisación, se trabaja directamente con niños, niñas y jóvenes desde la perspectiva de la prevención, detección y actuación ante el acoso en los centros educativos.

En este caso, la propuesta ha estado dirigida a chicos y chicas de entre 13 y 14 años, que han seguido un proceso en tres fases para tomar conciencia de qué situaciones constituyen acoso y cómo deben abordarse.

Primera fase: representación y debate

En una primera sesión, el alumnado de 3º de ESO ha participado en la representación de tres escenas relacionadas con el acoso escolar:

  1. En el aula: se muestra una situación en la que la violencia se presenta como "bromas" entre compañeros, sin haber escalado aún a niveles más graves.
  2. En casa: el conflicto se traslada al ámbito familiar, con una escena que muestra a la víctima en su hogar, junto a su hermano y su madre.
  3. Ciberacoso: se recrea una situación en la que se edita y difunde la imagen de una compañera a través de un grupo de WhatsApp.

Durante las escenas, el alumnado puede participar voluntariamente, interpretando a alguno de los personajes e improvisando su reacción.

Después de cada representación, se abre un coloquio para debatir sobre el realismo de la escena y analizar cómo suelen producirse estos casos en el entorno educativo. Así, si alguien ha elegido interpretar a una persona en rol de víctima que planta cara a la persona en rol de agresor, el debate puede centrarse en cómo de habitual es que una persona en esa situación se sienta capaz de actuar de esta manera.

El objetivo del debate no es ofrecer respuestas cerradas, sino generar un espacio donde los chicos y chicas puedan expresar sus opiniones y construir su propia visión sobre el acoso escolar.

Uno de los aspectos más evidentes en estos talleres con alumnado de 13-14 años es la dificultad para reconocer ciertas formas de violencia. A menudo, se perciben como simples bromas situaciones en las que, en realidad, una persona está siendo acosada. Trabajar a través de Impro Bullying facilita esta toma de conciencia, que es el primer paso para poder actuar.

Segunda fase: reflexión en el aula

Después de esta primera sesión, el alumnado tiene tiempo para comentar y debatir en clase lo que ha visto y vivido en el taller. Este espacio de reflexión permite interiorizar mejor las dinámicas trabajadas.

Tercera fase: análisis de casos reales

Posteriormente, Impro Bullying regresa al aula para profundizar en la realidad del centro y abordar casos más cercanos a los chicos y chicas. Por ejemplo, si en un grupo hay un alumno que suele estar solo o si se detecta que hay bromas recurrentes dirigidas a una persona en concreto, se proponen improvisaciones para ayudar al alumnado a identificar estas situaciones y tomar conciencia de ellas.

Un proceso compelto de toma de conciencia

Este es el proceso que ha vivido y completado el alumnado de 3º de ESO de la Escuela Thau de Sant Cugat, experimentando de primera mano cómo la improvisación puede ser una herramienta poderosa para comprender, prevenir y actuar frente al acoso escolar.

 

Todas estas iniciativas han sido posibles gracias al apoyo del Departament de Drets Socials i Inclusió de la Generalitat de Catalunya y del Ajuntament de Barcelona.